Como producimos y consumimos nos ha llevado a una situación crítica.
Nuestra manera de producir y consumir es la que nos ha llevado a esta situación crítica. ¿En qué consiste esa forma de producir y consumir? He aquí algunas características
importantes:
1. Producción en masa y consumo en masa. Con la invención de la línea de montaje en el siglo XX y los arreglos institucionales que dieron origen al llamado modo de regulación fordista, surgió la producción en masa (en serie) de grandes cantidades bienes estandarizados para el consumo masivo. De aquí deriva la expresión común “cantidades industriales”, para hacer referencia a enormes cantidades de algo. La industria moderna enormes cantidades de bienes. A primera vista eso implica abundancia y confort. Por otra parte, esto requiere el uso de enormes cantidades de recursos, muchos de los cuales no son renovables.
2. Crecimiento ilimitado y rentabilidad como sentido del éxito. El sentido del éxito económico viene siendo el de un crecimiento constante e ilimitado de la producción, del consumo, de la rentabilidad de las empresas y del producto bruto de los países. Los instrumentos de medición de ese éxito eran el balance financiero para las empresas y el PIB para los países.
3. Nuestro dinero es deuda y es perjudicial para el medioambiente. Ambas características derivan de la naturaleza de nuestro dinero. El dinero no ha sido siempre igual a lo largo de la historia. Existen y pueden existir diferentes tipos de dinero, y el dinero que usamos hoy día es básicamente deuda. Muchas personas creen que el dinero lo crea el Estado, pero no es así. El 97% del dinero que existe es creado como deuda por los bancos privados cuando efectúan préstamos. Y tanto la rentabilidad de las empresas como de los países se mide en dinero. Como para saldar una deuda hay que abonar los intereses se debe producir más de lo necesario para satisfacer las necesidades humanas. Se produce para abonar las deudas. Y debido a los intereses las deudas están siempre en aumento, de ahí la necesidad imperiosa de crecimiento económico permanente. Si no se crece sin parar se entra en recesión y crisis económica y social. Pero el crecimiento económico ilimitado también nos lleva inevitablemente a la crisis económica, ambiental y social.
4. La competencia. Es exitoso quien tiene mayor rentabilidad o producto bruto que los demás.
Las empresas que pierden competencia, quiebran o son adquiridas por otras más exitosas. Los países no pueden quebrar, pero son “subdesarrollados”.
5. El actual sistema económico se basa en la suposición de que las materias primas o recursos son ilimitados. Uno de esos recursos que se pensaban ilimitados era el petróleo, la mayor fuente de energía que jamás haya conocido la Humanidad. Sin petróleo abundante y barato el no hubiéramos alcanzado en tan poco tiempo el confort y el desarrollo tecnológico y demográfico que hoy tenemos. El primer pozo de petróleo entró en explotación en 1859. Según la estimación más optimista se acabará en 2070 y según la más pesimista dentro de cuatro años. el agua potable podría faltar para un tercio de la población mundial dentro de una década. Según las Naciones Unidas Yemen es ya uno de los primeros países del mundo en quedarse sin agua potable para millones de personas.
6. No se fabrica lo que hace falta sino lo que deja ganancia, y los seres humanos y la Naturaleza se convierten en simples “recursos”. Un medio para obtener ganancias.
7. Lucha por los recursos. Muchos minerales que antes se encontraban en vetas hoy sólo se encuentran diseminados en las rocas, lo que condujo a la adopción del método de explotación minera a cielo abierto que utiliza sustancias altamente tóxicas como el cianuro, mercurio y dióxido de azufre, que ocasionalmente filtran hacia los ríos o las napas de aguas subterráneas envenenándolas. En otros lugares la escasez de minerales, como el coltán que es imprescindible para fabricar teléfonos celulares ha dado lugar a guerras.
8. El consumismo (1). Si no crece el consumo no crecen las ventas y, por lo tanto, tampoco las ganancias. Entonces se inventó el consumismo, la compulsión nunca satisfecha de los “consumidores” a estar constantemente adquiriendo nuevos bienes que no siempre necesitan. El consumismo se impulsa a través de la publicidad y de la obsolescencia programada y percibida.
(1) Se recomienda el visionado de los siguientes videos en los que el ex-Presiente de Uruguay, José Mujica, sobre el consumismo: https://youtu.be/ykTAh3VVkxU y https://www.youtube.com/watch?v=whFm75ORPbE
9. La obsolescencia programada consiste en diseñar y fabricar bienes frágiles de tal manera que tengan una vida corta, que se rompan en un plazo preestablecido de manera que tengas que comprarte otro, porque es más barato comprarse uno nuevo o directamente porque no tiene arreglo (es descartable). Nuestros padres o abuelos seguramente tuvieron electrodomésticos casi toda su vida, mientras que ahora tenemos que cambiar los nuestros cada cinco años.
10. La obsolescencia percibida se induce sacando nuevos modelos todos los años, para que a nos de vergüenza seguir usando el teléfono móvil que compraste el año pasado y te parezca una antigua, aunque siga funcionando, sólo porque ya no es el “último modelo”.
11. Todo descartable. El petróleo abundante y barato más el consumismo dieron lugar al incremento de los materiales, y envases “descartables” de plástico, que se usan y se tiran. En “cantidades industriales”. Y así inventamos la basura, que antes de la revolución industrial prácticamente no existía. Hoy casi nadie se hace responsable del destino final de los productos. Para los fabricantes es un problema del consumidor. Y los consumidores lo tiramos al tacho de basura como si fuera un agujero negro en el que todo desaparece cuando se lo lleva el camión de la basura. Sin embargo, muchos materiales que llamamos “descartables” tardan siglos en ser degradados por la Naturaleza.
12. Mundo basura. Mientras en un extremo de la línea de montaje los recursos naturales se agotan, en el otro extremo nos tapa la basura. Entre 40 y 60% de los alimentos que se producen terminan en la basura. Alguna vez te preguntaste ¿Dónde va a parar tu basura? ¿Sabes dónde se encuentra al basurero más grande del mundo? Te invito a averiguarlo. Busca en Google o YouTube “el basurero más grande del mundo”.
13. La búsqueda de mayor rentabilidad admite el recurso a prácticas no éticas como la violación de derechos humanos, trabajo infantil y esclavo. Según la OIT existen en el mundo 21 millones de personas esclavizadas. Trabajan en condiciones deplorables en minas, plantaciones o talleres clandestinos fabricando mercancías para marcas de toda clase muy conocidas ¿Sabes si la marca de ropa que usas es una de las que comercializa ropa confeccionada con trabajadores esclavizados? ¿Sabías que la mayor parte del chocolate que comercializan las principales empresas multinacionales es producida en plantaciones que emplean trabajo infantil y esclavo? Las Naciones Unidas lo saben.
14. La salud pública. En la industria alimenticia para aumentar la productividad y la rentabilidad
se usan agrotóxicos y luego conservantes, mucha sal y endulzantes, y otros compuestos químicos que a la larga perjudican la salud humana causando obesidad, diabetes, hipertensión, cáncer y enfermedades cardio-vasculares.
15. Externalidades negativas. Todos los perjuicios mencionados anteriormente son consecuencias de la competencia por mayor rentabilidad. Los economistas les llaman “externalidades negativas” porque esas consecuencias no las padecen ni las pagan las empresas que las generan sino terceros. Los ciudadanos y el Estado. Las empresas no se hacen responsables de esas consecuencias porque si lo hicieran perderían dinero y competitividad.
El economista italiano Stefano Zamagniha dicho:
“A nivel mundial hay un consenso general sobre el siguiente hecho: el modelo de orden social que hemos heredado del pasado reciente. hoy no funciona más. […] Hay consenso entre los científicos sociales (economistas, sociólogos, antropólogos, analistas políticos) que el modelo que hemos heredado de orden social no funciona más. Hay un consenso general. En lo que no hay consenso es el nuevo modelo hacia el cual tenemos que marchar”.
Se ha abierto, entonces, un período de intensa experimentación y debate para hallar un nuevo orden social, más justo y sostenible, que permita a la sociedad humana seguir existiendo con mayor felicidad y en armonía los unos con los otros, así como con los ciclos naturales de los cuales somos parte.
Aquí es donde entra la Economía del Bien Común como un modelo integral alternativo al actual.
Texto extraído del libro «Introducción a la Economía del Bien Común»